Ayer por la tarde ocurrió un hecho curioso. Sobre las 15h30' pude contabilizar a 87 gaviotas patiamarillas (Larus michahellis), 74 reidoras (L. ridibundus) y 7 cabecinegras (L. melanocephalus) casi todas posadas en los tubos. Pocas gaviotas, en principio. Me fui a localizar a los 5 mitos (Aegithalos caudatus) y a los dos chochines (T. troglodytes) que seguían en los chopos. Encontré un mosquitero común (Phylloscopus phylloscopus) semidevorado y en el mismo lugar habían descendido la presencia de esta especie, a la vez que había aumentado la del petirrojo (Erithacus rubecula) con 7 ejemplares. También un herrerillo capuchino (Parus cristatus) y en los pinos adyacentes un zorzal común (Turdus philomelos). Cabe destacar que han aparecido a pocos metros de estos chopos varios hongos de la especie Clathus ruber, llamados como bien nos decía Cristina el año pasado "Gita de bruixa" en catalán. Gita significa vómito y parece evidente que el nombre hace referencia al mal olor que desprenden los mismos y que sirve para atraer a moscas, encargadas de la dispersión de sus esporas.
Pero mientras todo pasaba comenzaron a entrar un importante numero de patiamarillas, hasta el punto que cuando volví al lago, lo vi todo copado por esta especie. Las contabilicé y como mínimo llegué a 308 ejemplares. Es decir, en apenas 15 minutos, había llegado una verdadera orda de esta especie, acompañada de 2 gaviotas sombrías (L. fuscus). ¿Qué hace esta multitud en el lago?. Se posan directamente en el agua. Algunas beben. La práctica totalidad se lavan el plumaje y cuando acaban salen volando, sin formar bandos, hacia la línea de playa. Y entre todas ellas, sobrevoló el parc, el primer cormorán grande (Phalacrocroax carbo) adulto del año que, ante tanta algarabía se lo pensó y siguió en vuelo hacia línea de playa. Saliendo del parc 6 Aratinga acuticaudata.
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