Este año hemos tenido sin duda uno de los mejores en cuanto a aves reproductoras. Han críado más especies, algunas de ellas que no lo habían hecho nunca. Dos factores parecen haber potenciado esta situación. En primer lugar, la climatología, con algo de más lluvias que en años anteriores. Y en segundo lugar, esa maduración de los árboles que parece aportar mayor espacio y más cantidad de alimento. Ahora bien, esta situación positiva, se debe circunscribir tan solo a los paseriformes, a aquellos que se atreven a criar en el escaso dosel arbóreo del parc... No podemos, desafortunadamente, ampliar este comentario a las aves acuáticas. Las que criaron hace años, lo han dejado de hacer. La oca (Anser anser) desplazada a la fuerza a la Ciutadella; el ánade real (Anas platyrhynchos) que llegó a hacer 9 puestas en el parc hace años. Y otros introducidos como el de la imagen el pato colorado (Netta rufina) que lo intentó hace años, sacando incluso pollos. Estos murieron por un sumidero que, a día de hoy, ya está reparado. Y si las condiciones de seguridad en el parc no mejoran, desafortunadamente, seguirán sin criar.
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